jueves, 1 de diciembre de 2011

Sigo viva y con mi cortauñas.

Me parece alucinante, ni me acordaba de que tenía un blog que abrí de prueba hace 2 eras glaciales. Bueno, pues es lo bonito de googlearte de vez en cuando, que tú no tienes memoria pero google sí, y te recuerda el muy cabrito.

Hoy, 1 de diciembre es un día tan estupendo como otro cualquiera para escribir. Y lo empiezo sabiendo que soy más inconstante con un diario que con una dieta, y ya es mucho ser, aviso.

Empezar el día corriendo es bien sabido que no es bueno para el karma, pero como Karma lo que se dice karma, no sé si me queda por algún sitio, voy a ignorarlo que es lo suyo cuando no da señales de vida. Y corriendo me levanto, y corriendo preparo 4 desayunos, a cada uno el suyo, no te pienses q es estándar, eso estaría chupao, y mientras miramos a ver el humor de cada uno esa mañana, vamos preparándonos para correr cada uno a sus quehaceres a ver si conseguimos empezarlos a su hora y en su sitio.

Hoy tocaba acercarme a Plaza Castilla a recoger una maravillosa notificación. Bueno pues si es lo q toca, vamos a ello. Aparco en la puerta, eso ya en Madrid es todo un saludo de tu Karma al que creías inexistente. Primera estación, la de los peregrinos llamados "público" para pasar por el detector de metales. Me hacen quitarme hasta la horquilla del pelo y sacar del bolso un cortauñas "llavero, pequeño, aplastadito" como me indica la amable segurata, que por lo visto andaba de excursión por algún bolsillo. Despelujada y sin armas llego a la siguiente estación del via crucis, la puerta 6. Pensaba que era como las del 1,2,3 y que detrás había un apartamento en Torrevieja, pero no, lo que hay es una cola delante como de 15 personas. La chica que me precede, me tranquiliza: No te preocupes, detrás de la puerta hay otros 15 esperando. Ese es el momento en el que empiezo a acordarme que sólo he pagado parquímetro para 20 minutos, y vuelvo a despedir a Karma y empiezo a echar de menos el cortauñas. Con toda la pachorra que soy capaz de acumular de pie en mitad de un pasillo y con el pelo por la cara, abro mi libro, que yo ya me olía que lo iba a necesitar y se ha venido conmigo. Pero no he llegado a la segunda frase leída cuando una funcionaria sale y vocea: "Telegramas, telegramaaaas" y por un momento creí que era el Botones Sacarino, pero no, solo quiere que se los demos para ir colocándolos en un montón, por orden, eso sí, para luego poder vocear, ya con mucha más soltura si cabe, nuestros nombres por el pasillo. Viva la protección de datos!!!. Después de 20 minutos consultando Twitter y facebook (no sin la blackberry) y leyendo a ratos, consigo cruzar la puerta 6, a la que ya le estaba cogiendo fobia porque se iba tragando gente que luego no veía yo salir por ningún sitio... y tras ella compruebo que efectivamente, dentro continúa la fila de personas con cara de circunstancias, que nunca he sabido lo que significa, porque todos somos nuestras circunstancias, y en ésta en la que nos encontrábamos, era la de ciudadanos ante la burocracia más aplastante. Al final de la fila veo montañas y montañas y hasta cordilleras enteras de papeles, que pienso en la desforestación del Amazonas y ya empiezo a notar el hueco del cortauñas en mi bolso en un venazo psicokiller...

Finalmente y tras otros 20 minutos rezando al karma, al cortauñas y a Gallardón para que no me claven una multa de aparcamiento, oigo mi nombre y lo que se me clavan son 20 pares de ojos en la chepa, los de mis compañeros traseros en la fila y oigo sus pensamientos a coro en mi cabeza: AVANZA JOER!!!! Otra amable funcionaria, porque ciertamente son amables, contra todo pronóstico (si es que tenía yo un pronóstico de resultados de simpatía burocrática) me entrega mis papeles de la montaña correspondiente y cuando me va a explicar lo que tengo que hacer, le digo, perdona bonita pero se leer, el parkímetro corre, NECESITO mi cortauñas y solo quiero saber por dónde salgo de este macizo galaicopapelero PERO YA!!! Oigo a mis espaldas un murmullo de aprobación y esta vez no es imaginario, me miran con esa solidaridad que solo sentimos los unos por los otros cuando nos atrapa la justicia lenta, muy lentamente...

Salgo pitando, literalmente pitando por el arco detector, le digo a la segurata que no me despeino más, que me de mi cortauñas tranquilita y nadie saldrá herido y que como me hayan cascado la multa, se la voy a reclamar vía telegrama y a gritos también!!!

9 comentarios:

pantinta dijo...

Y por fin; habemus multa? Y que te querían en plaza? Y no sabía yo de tu inseparable amigo el cortauñas, deberíamos presentarle a mi "quitapellejos" también conocido como el alicates...

Lorenix dijo...

Es más bonito dejar a la mente del lector el posible final de la historia... cortauñas es muy suyo, sigue dentro del bolso q es como decir del armario...

Pilarpipa dijo...

Y nos dejas así?? Te cortaste las uñas al llegar a casa? Adictivo el texto.. QUIERO MAS.

Belén de la Banda dijo...

Genial. Tienes que desolvidar el blog y deleitarnos con los nuevos avatares. Un abrazo!

Filotecnóloga dijo...

Jajaja muy gráfico lorenix, mira que yo he sido mas de navajita multiusos...

Lorenix dijo...

Pilu, habrá más pero no se sabe cuando ni cómo llegará. Gracias.

Belén, idem de lo mismo.

Filo! ¿tú por aquí? mucho cotilla 2.0 anda suelto! Gracias.

Jose dijo...

Mucho bloguero suelo diría yo...

Mayte Mederos dijo...

Jajajaj, favor de seguir narrando, "navajitaplateá", pa' que el personal pueda seguir echándose risas, que es una ocupación la mar de sana... Besos, guapa!!

INMACULADA dijo...

Ya te dije, esto sí que es una resurrección...sigue , sigue...